Aunque lo cierto es que la gastronomía en el Reino Unido no goza de muy buena fama, si vas más allá del fast food, puedes descubrir sitios realmente buenos. La gastronomía escocesa, en particular, cuenta con platos de lo más sabrosos, ideales para combatir el frío de esos lares. También es cierto que, para cenar en un sitio bueno en Edimburgo, tienes que gastarte un poco más de dinero de lo que te gastarías en España, pero por lo menos un día merece la pena hacerlo. A continuación, voy a contarte cuáles fueron los mejores sitios para comer en Edimburgo que descubrimos en nuestro viaje.
Índice
Desayuno escocés para empezar el día
Si quieres empezar la mañana con energía, te recomiendo la taberna Luscious, en plena Royal Mile (Canongate, 261). Un sitio sencillo y bien de precio al que llegamos por casualidad y donde tomamos el mejor desayuno escocés de todo el viaje. Un desayuno escocés completo incluye huevos, bacon, salchichas, judías blancas en salsa de tomate, tomate natural, champiñones, tostadas, tatties (bollitos de patata) y black pudding (algo parecido a la morcilla) o haggis. El haggis es uno de los platos tradicionales de la cocina escocesa más reconocidos a nivel mundial, pero por su intenso sabor solo lo recomendaría a aquellos paladares amantes de las emociones fuertes. Normalmente se elabora a base de vísceras de oveja o cordero (pulmón, estómago, hígado y corazón) mezcladas con cebolla, harina y especias, y hervidas durante varias horas. Para acompañar este potente desayuno, nada como el té de Edimburgo, buenísimo e imprescindible para empezar bien el día.
Comer en Edimburgo (o cenar)
En este apartado, destacaría dos sitios que nos gustaron especialmente y que nos pueden valer tanto para comer como para cenar en Edimburgo. Por un lado, un típico pub escocés muy cerca del Castillo de Edimburgo que se llama The Castle Arms (Johnston Terrace, 6). Una camarera española muy simpática nos recomendó que probáramos el haggis con salsa de whisky y el plato no decepcionó. Mi consejo es compartirlo entre dos personas, ya que el sabor intenso del haggis puede resultar un poco cargante. De este pub no solo nos gustó la comida, también destacaría el buen ambiente (una mezcla de escoceses y turistas), la decoración y, sobre todo, la buena música.
Pero si tengo que quedarme con un sitio para salir a cenar, tanto por la calidad de sus platos como por el excelente trato que dan a los clientes, ese es The Cellar Door (George IV Bridge, 44-46). Recuerdo que llegamos a este coqueto restaurante por pura casualidad, y bastante desesperados, después de que nos dijeran que no en unos cuantos porque estaban todos llenos (“Sorry, we are fully booked”, como dicen allí). Lo primero que nos llamó la atención del sitio fue la amabilidad de sus trabajadores, que te reciben con una sonrisa, y la atmósfera íntima creada por una iluminación tenue. Ofrecen una cocina típica escocesa pero con un toque moderno, con platos elaborados, creativos, sanos y hechos con productos locales. Nosotros pedimos un entrante para compartir y un plato principal cada uno (¡buenísimo el salmón!). Las cantidades no son excesivas, pero sí adecuadas para no quedarse con hambre. También cabe destacar una interesante oferta de cervezas y de whiskies. Nos llamó la atención que estos últimos los incluyen en la carta de postres.
Tomar algo en Edimburgo
Después de cenar, tienes dos opciones. Como plan tranquilo, te propongo tomar una Innis&Gunn Original (una de las cervezas más típicas de Edimburgo) o, para los más valientes, un whisky de la variada carta del Jolly Judge (7 James Court, Lawnmarket). Recuerda que los whiskies los sirven en vaso ancho y a palo seco (sin hielo, ni Coca Cola, ni nada) y, de hecho, es la mejor manera de apreciar todos sus matices. El Jolly Judge, situado en un close muy cerca de la Royal Mile, es un pub pintoresco y acogedor que te encantará.
Si te apetece algo más animado, no dudes en visitar alguno de los múltiples pubs con música en directo que hay por toda la ciudad, como el Whistle Binkies, con música en vivo hasta las 4 h de la madrugada entre semana y hasta las 6 h los fines de semana, o el Royal Oak, un sitio alternativo con un ambiente muy especial donde músicos profesionales y amateurs improvisan con creaciones únicas a lo largo de la noche.
Catas de whisky en Edimburgo o cerca
Para acabar, no puedes irte de Edimburgo sin visitar una destilería de whisky, ya que el whisky escocés, además de ser la bebida nacional por excelencia, es uno de los más famosos a nivel mundial. Si no dispones de muchos días para recorrer el país, mi consejo es que visites la destilería de Glenkinchie, que además de ser la más cercana a Edimburgo, ofrece un servicio de autobuses para llegar desde el centro de la ciudad. Es importante hacer la reserva con varios días de antelación, especialmente en temporada alta, ya que los autobuses suelen llenarse rápido. En esta destilería tienes dos opciones de visita: el Glenkinchie Tour (22 pounds), incluye el transporte, la visita guiada y la cata de 2 whiskies y el Flavour of Scotland Tour (26 pounds), que incluye el transporte, la visita guiada y la cata de 4 whiskies.
En caso de que seas amante de esta bebida pero no tengas la oportunidad de visitar una destilería, siempre te quedará la Whisky Experience (Castlehill, 354), en pleno centro de Edimburgo, que ofrece visitas guiadas (solo en inglés), audioguías (en español) y catas, además de albergar una tienda con más de 400 whiskies.
¿Has estado en alguno de los sitios que menciono en este post? ¿Qué te ha parecido? ¿Recomendarías algún otro sitio para comer o beber en Edimburgo? ¡No dudes en dejar tus comentarios!
¡Por cierto! Si quieres sacar el máximo partido de tu visita a Edimburgo sin complicaciones, te recomiendo estos tours: