¡Bienvenidos a Malta, la joya de la corona del mar Mediterráneo! Si estás planeando una escapada de una semana a Malta y prefieres moverte sin coche, estás en el lugar correcto, porque en este post te vamos a contar qué ver en Malta en 7 días, sin olvidarnos de Gozo y Comino.
La isla de Malta, con su rica historia, impresionante arquitectura y tremendos paisajes, ofrece una experiencia única para los viajeros que desean explorarla a pie y utilizar su eficiente red de autobuses y ferries.
Aquí te presentamos una guía detallada en forma de itinerario con los lugares imprescindibles para visitar durante tu semana en esta preciosa isla.
Pero antes de contarte qué ver en Malta en 7 días, vamos a ver dos temas importantes: ¿dónde es mejor alojarse en Malta y cómo es el transporte allí?
Índice
Dónde alojarse en la isla de Malta
La mayoría de los hoteles en la isla de Malta se encuentran en Sliema, una excelente ubicación para conocer toda la isla en unos pocos días. En Sliema (que fue donde nos quedamos nosotros) tienes hoteles, apartamentos, playa, bares y restaurantes y, lo más importante, buenas conexiones de transporte público para moverte por toda la isla.
Otra zona muy popular para alojarse, sobre todo entre los más jóvenes, es Saint Julian’s. También tiene playa y está bien comunicado, pero sobre todo es famoso por su animada vida nocturna.
Si lo tuyo es más bien el turismo cultural e histórico, nuestra sugerencia es que te quedes en la capital, La Valeta, aunque los precios de los alojamientos son, por lo general, algo más elevados.
Por último, mencionar que si lo que buscas es tranquilidad y desconexión, puede ser una excelente idea alojarse en la isla de Gozo, mucho más salvaje y alejada del turismo de masas.
Cómo moverse en Malta sin coche
Lo que más nos impresionó del transporte en la isla de Malta fue la maravillosa red de autobuses que te permiten recorrer prácticamente todos los rincones de la isla sin necesidad de alquilar coche.
Es cierto que, si tienes pocos días, lo mejor es alquilar tu propio vehículo, más que nada por ahorrarte los tiempos de espera entre bus y bus. Pero si vas una semana o más días, te recomendamos aprovechar para moverte en autobús, un medio económico, ecológico y muy eficiente comparado con otras islas donde hemos estado.
Otro transporte que seguro que usarás en Malta es el ferry para moverte entre Sliema, La Valeta, las Tres Ciudades, Comino y Gozo.
Para este tipo de recorridos, además del ferry también puedes encontrar lanchas privadas y pequeños barquitos con mucho encanto.
Por último, para desplazamientos puntuales en coches privados, te recomendamos que te bajes la app de Bolt, ¡funciona de lujo!
(Ni que decir que en bicicleta y a pie también son dos excelentes maneras de recorrer la isla, ¡eso ya depende de cómo andes de forma!)
Y dicho esto, ahora sí, ¡entremos en materia! Qué ver en Malta en 7 días, este es mi itinerario recomendado.
Itinerario de Malta en 7 días: qué ver en Malta
Día 1: La Valletta o La Valeta, la encantadora capital de Malta
Comienza tu viaje en La Valletta (La Valeta, en español). Esta pequeña ciudad de apenas 5.700 habitantes y menos de 1 km de extensión, es considerada la capital más pequeña de Europa. Dedica el día a explorar su ciudadela amurallada, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Perderte por sus callejuelas es simplemente mágico.
¿Qué ver en La Valeta?
Tras un paseo matutino, dirígete a la majestuosa Concatedral de San Juan Bautista. Aviso: la entrada es un poco cara (15 euros), pero merece la pena. La Concatedral fue construida en el siglo XVI por los Caballeros de la Orden de Malta y, pese a su exterior austero, su interior es uno de los máximos exponentes del estilo barroco en el mundo.
Además de alucinar con sus decoraciones, obra del artista maltés Mattia Preti, también podrás contemplar dos pinturas de Caravaggio, una de ellas su obra maestra La decapitación de San Juan Bautista y algunos tapices de Rubens.
Cuando salgas de la Concatedral, dirígete a los Jardines Upper Barrakka, que ofrecen vistas panorámicas del Gran Puerto y Las Tres Ciudades, de las que más tarde hablaremos.
Por la tarde, si te quedan fuerzas, te recomiendo visitar el Museo Nacional de Arqueología. La entrada vale 5 euros y ofrece un interesante recorrido por la prehistoria maltesa mediante objetos hallados en los templos y las excavaciones arqueológicas de Malta y Gozo. El recorrido va desde el Neolítico (5.000 a.C.) hasta la Edad de Bronce y, finalmente, la época fenicia.
¿Dónde comer y beber en La Valeta?
Mis tres sitios favoritos en La Valeta son:
Drunken Dumpling: ok, no es comida típica maltesa, pero si te gustan los dumplings, tienes que ir aquí. No digo más.
Bar Gugar: un buen sitio vegano para picar algo. Lo mejor de todo, los mojitos y el ambiente bohemio y amigable de la gente que lo frecuenta.
Chocolate District: el sitio perfecto para una merienda dulce. Las tartas y los chocolates están de vicio. No te vayas sin probar el chocolate caliente con licor de higo chumbo (prickly pear, en inglés). ¡El más típico de Malta!
Visitas guiadas en La Valeta
- En inglés: si quieres conocer La Valeta con un guía local y en inglés, te recomiendo a Ben Good Tour, un excelente guía que no solo comparte datos de interés sino que también te recomendará sus sitios favoritos para comer, tomar algo o salir.
- En español: si prefieres un guía que hable español, te recomiendo que reserves el freetour por La Valeta.
Día 2: Mdina, la ciudad silenciosa, y Rabat
Viaja hacia el centro de Malta para descubrir Mdina, la antigua capital, y Rabat. Mdina fue fundada por los fenicios alrededor del 700 a.C. y por ella pasaron los romanos, los árabes y los Caballeros de la Orden de Malta. Su situación estratégica sobre una colina en el centro de la isla, la convirtió en la capital del país hasta 1570, cuando fue sustituida por La Valeta.
A las afueras de Mdina se encuentra la ciudad de Rabat, que fue construida por los árabes sobre una antigua villa romana y que ha crecido hasta superar los 11.000 habitantes.
¿Qué ver en Mdina y Rabat?
Mdina es una ciudad medieval que, con sus estrechas calles empedradas y su arquitectura barroca, te transportará a otra época.
Contempla la puerta de entrada a la ciudad (Mdina Gate), visita la plaza de San Pablo y la Catedral de San Pablo (la entrada a la catedral son 10 euros).
Disfruta también de las impresionantes vistas desde las murallas, desde donde podrás visionar toda la parte oriental de la isla, y sobre todo piérdete por sus laberínticos callejones y plazas que han sido escenario de grandes producciones como Juego de Tronos. Seguro que en ese momento entenderás por qué se la conoce como la Ciudad del Silencio.
Rabat puede resultar algo menos impresionante que Mdina, pero merece la pena aprovechar la visita para conocerlo. Su principal atractivo turístico, además del centro histórico, son las catacumbas de San Pablo y las de Santa Águeda. Estas catacumbas fueron usadas por los romanos para enterrar a los muertos y la visita te pondrá los pelos de punta.
¿Dónde comer en Rabat?
Para comer en Rabat, te recomiendo dos sitios: si solo quieres picar algo y gastar poco, tienes que ir al bar Is-Serkin, no olvides probar los pastizzi de ricotta y de guisantes, ¡deliciosos! Si buscas algo más tipo restaurante, te recomiendo Bottegin Palazzo Xara, de comida mediterránea, donde podrás probar el famoso conejo al estilo maltés.
Visitas guiadas en Mdina y Rabat
- En inglés: si quieres conocer Mdina y Rabat con un guía maltés y en inglés, te recomiendo otra vez a Ben Good Tour.
- En español: si prefieres un guía que hable español, te recomiendo que reserves el freetour por Mdina.
Día 3: Hipogeo de Hal Saflieni y Las Tres Ciudades, una experiencia histórica (y prehistórica!)
Por la mañana, visita al hipogeo de Hal Saflieni
Empieza el tercer día con una actividad diferente: la visita al único templo prehistórico subterráneo que se conoce en el mundo, el hipogeo de Hal Saflieni. Los ritos y costumbre del pueblo que lo construyó en el 4000 a.C. siguen siendo un misterio a día de hoy para los arqueólogos.
Se trata de un impresionante conjunto de pequeñas cavidades, túneles y galerías excavadas directamente en la roca a tres niveles de profundidad, y se cree que en un inicio se utilizó como santuario para posteriormente convertirse en un recinto funerario.
La entrada al hipogeo de Hal Saflieni cuesta 35 euros y es recomendable reservar como mínimo con 2 semanas de antelación, ya que por motivos de conservación el acceso diario de personas está limitado y las plazas disponibles se agotan rápido, sobre todo en temporada alta.
Por la tarde, visita a Las Tres Ciudades
Después de visitar el hipogeo, te proponemos un plan al aire libre: la visita a las Tres Ciudades: Vittoriosa, Senglea y Cospicua (Birgu, Isla y Bormla, en maltés). Las Tres Ciudades, situadas frente a La Valeta, han servido como refugio y hogar a las diferentes civilizaciones que han pasado por la isla a lo largo de la historia.
Estas ciudades fortificadas cuentan con callejones encantadores y sitios históricos como el Fuerte San Angelo (Vittoriosa).
Piérdete por sus callejuelas, pasea por sus muelles y sumérgete en la rica historia naval de Malta. Y si te gusta el dulce, haz una parada para merendar en Sottozero, una heladería en Vittoriosa que seguro que no te decepciona (mención especial para el helado de pistacho).
Visitas guiadas a Las Tres Ciudades
- En inglés: si quieres conocer Las Tres Ciudades con un guía maltés y en inglés, te recomiendo una vez más a Ben Good Tour.
- En español: si prefieres un guía que hable español, te recomiendo el tour por Las Tres Ciudades.
Día 4: Qué ver en Gozo, la isla tranquila
Si quieres alejarte del turismo de masas para descubrir el lado más relajado y auténtico de Malta, no puedes perderte la excursión de un día (o varios, si te lo puedes permitir) a la isla vecina de Gozo.
Hay varias formas de organizar esta excursión. Nosotros optamos por la más económica, que es coger el bus hasta el puerto de Cirkewwa (en el extremo norte de la isla de Malta) y ahí tomar un ferry hasta Gozo.
Otra forma de conocer Gozo -muy recomendable si tienes poco tiempo y quieres conocer el máximo posible en un día- es reservar una excursión organizada de día completo.
Qué ver en Gozo, más allá de la isla de Malta
Si vas por tu cuenta, te recomiendo explorar lugares como la antigua Ventana Azul (Azure Window), formación rocosa destruida en una tormenta en 2017. Aunque el arco de la ventana ya no existe, sigue siendo interesante visitar el peculiar mar interior (Inland Sea), donde por un módico precio puedes subirte a una barquita que te llevará, a través de las cuevas, a ver los acantilados desde el mar exterior.
Si tienes tiempo, aprovecha para visitar las salinas de Marsalforn, una curiosa construcción de la época romana. Y si te apetece más un bañito, dirígete a la playa de Ramla Bay, ¡no te decepcionará!
En la capital de Gozo, Victoria, tienes que visitar su Ciudadela y su impresionante Catedral de la Asunción. Nosotros fuimos en Semana Santa y, de casualidad, tuvimos la suerte de contemplar una procesión que justo salía de la catedral en ese momento. No lo teníamos previsto pero nos quedamos un rato a verla porque la verdad es que era bastante impresionante.
Otra cosa que te recomiendo 100% en Victoria es cenar en el restaurante Maldonado Bistro, ¡no exagero si te digo que fue la mejor comida que probamos en todo nuestro viaje a Malta! El restaurante abre a las 18 h así que, si no vas muy tarde, no tendrás ningún problema en volver a Malta después de cenar con el ferry.
Día 5: Playas y acantilados en Comino
Comino es una pequeña isla deshabitada que se sitúa entre Malta y Gozo. Sus reducidas dimensiones (3,5 km2) la convierten en un destino ideal para una escapada de un día.
Para llegar a Comino, hay varias opciones: la opción más barata, que sería un bus hasta el puerto de Cirkewwa y ahí tomar una barquita hasta Comino. Y la opción más cómoda que sería ir en barco desde Sliema o la Valetta (si es que te alojas ahí).
Si vas a Malta en verano, tienes que visitar sí o sí la isla de Comino, ya que tiene las aguas más cristalinas que encontrarás en Malta. Para amantes de la playa y la naturaleza, nadar en las paradisíacas Laguna Azul y Laguna de Cristal es una experiencia inolvidable (eso sí, en julio y agosto ve tempranito o prepárate para una buena cantidad de turistas).
Otra actividad muy recomendable en verano es alquilar unos kayaks, ya que hay cuevas y calas que solo son accesibles desde el mar.
Senderismo en Comino
Nosotros, como te decía, fuimos en abril y no tuvimos mucha suerte con el tiempo, ya que estaba medio nublado y hacía fresco, pero aún así disfrutamos de lo lindo recorriendo la isla a pie (a no ser que te lleves tu propia bici, no hay otro tipo de transporte para moverse por allí).
Si vas fuera de la temporada de verano como nosotros, te recomiendo hacer un trekking bordeando la isla hacia el sur para ver desde la parte alta de los acantilados las aguas cristalinas de la Laguna de Cristal. Camina 15 minutos para llegar a la torre de Santa María (St Mary’s Tower), una fortificación que también se ha utilizado como prisión y como hospital de aislamiento. Los miércoles, viernes, sábados y domingos, de abril a octubre, por las mañanas (de 10:30 h a 15 h), se puede visitar la torre pagando una entrada de unos 3 euros.
Después de visitar la torre, puedes dirigirte hacia el este para dar la vuelta completa a la isla (unas 2-3 horas) o acortar hacia el norte para visitar la bahía de San Nicolás (Saint Niklaw Bay) y el hotel abandonado. El único hotel de la isla, Comino Hotel, cerró sus puertas en otoño de 2019 y, aunque la zona está vallada, los más curiosos (nos incluimos) se suelen acercar para observarlo de lejos.
En cuanto a la comida, en el embarcadero hay varios chiringuitos donde puedes comprar comida y bebida, pero ten en cuenta que en el resto de la isla no hay nada. Si te puedes llevar unos bocadillos, mucho mejor.
Día 6: Qué ver en el sur de Malta: Marsaxlokk, Saint Peter’s Pool y Blue Grotto
Descubre el encanto de Marsaxlokk, un pintoresco pueblo pesquero famoso por su mercado de pescado y sus coloridos barcos tradicionales llamados luzzu.
Disfruta de la autenticidad de este lugar mientras paseas por el puerto y pruebas delicias locales en uno de los restaurantes junto al mar. Nuestro elegido fue Skuna y no se come mal, sobre todo nos gustó el plato de pasta con marisco.
Tras coger fuerzas con una buena comida, inicia una excursión a pie hacia Saint Peter’s Pool (se tarda unos 40 minutos y se llega fácil mirando la ubicación en Google Maps).
Esta piscina natural en forma de herradura y con aguas turquesas nos encantó, sobre todo porque, a pesar de que se ha hecho algo famosa en los últimos años, se conserva bastante virgen (solo vimos unos baños y algún puesto de bebidas).
Si tienes la suerte de tener buen tiempo (no como nosotros, que nos tocó nubes y frío), podrás darte un buen chapuzón y saltar al agua desde diferentes zonas con alturas de hasta 6 o 7 metros.
Para acabar el día, puedes coger un Bolt y dirigirte a Blue Grotto. A la hora que llegamos nosotros ya no hacían salidas en barco para ver la cueva, pero mereció la pena ver el impresionante arco formado por la roca desde el mirador.
Día 7: Mosta y acantilados de Dingli
Termina tu semana en Malta visitando la iglesia parroquial de Santa María de la Asunción de Mosta, más conocida como la Rotonda de Mosta o Mosta Rotunda, y los acantilados Dingli, al oeste de la isla.
La Rotonda de Mosta es probablemente la iglesia más impresionante de Malta. Su cúpula de 37 metros de diámetro es la tercera más grande de Europa y una de las más grandes del mundo. Además, esta cúpula tiene algo que la hace especial y única, y es la marca de una bomba alemana de 200 kg que la atravesó durante la Segunda Guerra Mundial.
Los hechos ocurrieron mientras se oficiaba una misa en el interior de la iglesia. Milagrosamente, la bomba no explotó y ninguno de los asistentes a esa misa resultó herido. La bomba original fue desactivada y arrojada al mar, pero a día de hoy, se puede observar una réplica a tamaño real de la misma expuesta en la Rotonda de Mosta.
Última parada, los acantilados de Dingli
Para terminar el día, te recomiendo, tomar un bus desde Mosta hacia los acantilados de Dingli (Dingli Cliffs), en la costa oeste de Malta. Ahí podrás pasear, contemplar el espectacular paisaje y disfrutar de una puesta de sol inolvidable mientras reflexionas sobre las experiencias vividas durante tu semana en Malta.
Conclusión: qué ver en Malta en 7 días
Recuerda, aunque Malta es una isla pequeña, cada rincón tiene algo especial que ofrecer. ¡Prepárate para una semana llena de descubrimientos y aventuras con esta guía de qué ver en Malta en 7 días!
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